Tarta de queso y chocolate fondant
Esta receta de tarta de queso y chocolate fondant es una delicia para el paladar, con una base crujiente de galletas, una capa cremosa de queso y una cobertura de chocolate fundido que se derrite en la boca. Además, es muy fácil de hacer y no necesita horno. ¿A qué esperas? Sigue leyendo y descubre cómo preparar esta tarta de queso y chocolate fondant que hará las delicias de toda la familia.
Ingredientes:
– 200 g de galletas tipo María
– 100 g de mantequilla
– 300 g de queso crema
– 200 ml de nata líquida
– 100 g de azúcar
– 8 g de gelatina neutra en polvo
– 150 g de chocolate negro para fundir
– 50 ml de leche
Instrucciones:
1. Tritura las galletas con un procesador de alimentos o metiéndolas en una bolsa y pasándoles un rodillo. Derrite la mantequilla en el microondas y mézclala con las galletas hasta obtener una masa homogénea.
2. Cubre el fondo de un molde desmontable con papel de hornear y extiende la masa de galletas presionando bien con una cuchara o con las manos. Reserva en la nevera mientras preparas el relleno.
3. Hidrata la gelatina en un poco de agua fría durante unos minutos. Calienta la nata en un cazo sin que llegue a hervir y disuelve la gelatina escurrida. Añade el queso crema y el azúcar y remueve hasta integrar bien.
4. Vierte la crema sobre la base de galletas y alisa la superficie con una espátula. Deja enfriar en la nevera durante unas horas o hasta que cuaje.
5. Para hacer la cobertura, trocea el chocolate y ponlo en un bol junto con la leche. Calienta en el microondas a intervalos cortos, removiendo cada vez, hasta que se derrita y quede una salsa lisa y brillante.
6. Desmolda la tarta con cuidado y colócala sobre una rejilla con un plato debajo. Vierte el chocolate sobre la tarta, dejando que caiga por los bordes. Deja que se endurezca un poco y luego pasa la tarta a una fuente o un plato.
7. Ya puedes disfrutar de tu tarta de queso y chocolate fondant, o guardarla en la nevera hasta que vayas a servirla. Te recomiendo que la saques unos minutos antes para que el chocolate no esté demasiado duro. ¡Buen provecho!
