CURSOS

02-Cómo Adelgazar Comiendo -Un Experimento

Capítulo 02/13: Un experimento

A continuación le contamos un experimento de la Dra. Kelly Browel donde se puede ver que las dietas no siempre tienen los mismos efectos.

Un grupo de ratas de peso ideal fueron alimentadas con una dieta hipercalórica, hasta que cada una de ellas alcanzó el peso que la investigación había previsto. En cuarenta y cinco días llegaron al peso esperado: un 25 por ciento más del peso normal de esas cobayas. Luego fueron sometidas durante veintiún días a una dieta de adelgazamiento (hipocalórica), y volvieron a su peso normal.

A continuación se las alimentó con una nueva dieta, esta vez hipercalórica, y en catorce días (bastante menos tiempo del transcurrido en el primer engorde) las ratas volvieron al peso previsto por la investigación. Pero, al ser sometidas nuevamente a la misma dieta para adelgazar, necesitaron cuarenta y seis días (más del doble que en el periodo anterior de adelgazamiento) para volver a su peso ideal. Y esto es lo que ocurre en la mayoría de las dietas.

El hipotálamo.- Es el regulador de la ingestión de alimentos. Está situado en la base de nuestro celebro. Además tiene numerosas funciones como la de ejercer el control biológico de la tendencia a la obesidad.

Una gran parte del hipotálamo regula el apetito, y la otra el hambre, que es una necesidad física que no depende la voluntad. El apetito, sin embargo, es un deseo para ser saciado.

 

Cuando una persona consume menos calorías de las que el cuerpo precisa, el cuerpo, como necesita más combustible, quema las calorías de reserva. Sin embargo, el hipotálamo interpreta la dieta como si fuera hambre, y cambia el nivel de termostato para que el cuerpo se adapte a las nuevas condiciones de “escasez de comida” sin alterar demasiado su reserva de grasa. De este modo, se produce un cambio de metabolismo en el que la persona come mucho menos, pero la cantidad de grasa almacenada en el cuerpo se mantiene: se pierde peso, pero prácticamente no se elimina grasa, sino músculos y agua.

Conclusión.– Se puede programar conscientemente el funcionamiento del “termostato de grasa” que hay en nuestro sistema nervioso. ¡Posiblemente sea una solución eficaz para el tratamiento de la obesidad!

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