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Las cerezas en repostería, tipos y usos

Hoy os traigo un post muy dulce y delicioso sobre el uso de las cerezas en repostería. Las cerezas son unas frutas de temporada que tienen muchos beneficios para la salud y que además son muy versátiles en la cocina. Podemos encontrar diferentes tipos de cerezas, desde las más dulces hasta las más ácidas, y cada una tiene su aplicación en distintos postres y recetas.

Las cerezas son ideales para decorar tartas, pasteles, bizcochos, helados y todo tipo de dulces, ya que aportan un color y un sabor muy atractivos. También se pueden utilizar como ingrediente en la masa o el relleno de algunos postres, como el clafoutis, una tarta típica de la repostería francesa que se elabora horneando cerezas cubiertas por una masa líquida. Otra opción es macerar las cerezas en algún licor, como el amaretto o el marrasquino, para darles un toque más intenso y aromático.

En el mercado podemos encontrar cerezas frescas, pero también cerezas en conserva, que nos permiten disfrutar de esta fruta durante todo el año. Hay diferentes tipos de cerezas en conserva, como las confitadas, las amarena, las de marrasquino,  al licor, las cerezas en almíbar o con alcohol. Cada una tiene sus características y su uso específico en repostería, así que os animo a que las probéis todas y descubráis cuál es vuestra favorita.

En este post os voy a explicar un poco más sobre cada tipo de cereza en conserva y os voy a dar algunas ideas de recetas para que podáis sacarles el máximo partido. Espero que os guste y que os animéis a incorporar las cerezas en vuestras creaciones dulces. ¡Vamos allá!

Ya hemos visto que las cerezas son unas frutas deliciosas y versátiles que se pueden usar para hacer muchos postres diferentes. Pero no todas las cerezas son iguales, hay diferentes tipos que tienen distintas características y sabores. En este artículo les voy a enumerar los diferentes tipos de cerezas que se usan para repostería y les voy a dar algunos ejemplos de recetas que pueden hacer con ellas.

Cerezas ácidas: Estas son las cerezas más comunes para hacer postres, ya que tienen un sabor intenso y contrastan bien con el dulzor de la masa o el chocolate. Se pueden usar frescas o en conserva, y son ideales para hacer tartas, pasteles, muffins o galletas. Un ejemplo de un postre clásico con cerezas ácidas es el cherry pie, una tarta de masa quebrada rellena de cerezas y cubierta con otra capa de masa.
Cerezas dulces: Estas son las cerezas que se suelen comer frescas, ya que tienen un sabor más suave y delicado que las ácidas. Se pueden usar para hacer postres más ligeros y refrescantes, como ensaladas de frutas, helados, sorbetes o mousses. Un ejemplo de un postre con cerezas dulces es el clafoutis, un pastel francés hecho con una masa líquida que se hornea con cerezas enteras.
Cerezas secas: Estas son las cerezas que se han deshidratado para conservarlas mejor y concentrar su sabor. Se pueden usar para añadir un toque crujiente y dulce a cualquier postre, como brownies, bizcochos, granolas o barras de cereales. Un ejemplo de un postre con cerezas secas es el chocolate cherry cake, un bizcocho de chocolate con trozos de cerezas secas y nueces.

Espero que les haya gustado este artículo y que se animen a probar estos deliciosos postres con cerezas. Recuerden que las cerezas son una fuente de vitaminas, antioxidantes y fibra, así que además de ricas son saludables. ¡Hasta la próxima!


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