Como preparar una Tabla de Quesos
Una tabla de quesos es una opción ideal para compartir con amigos, familiares o invitados. Es una forma sencilla y deliciosa de degustar diferentes variedades de quesos y combinarlos con otros alimentos. A continuación daremos algunos consejos y tipos de acompañamientos de como preparar una Tabla de Quesos que sorprenda a todos.
Lo primero que debes tener en cuenta es la cantidad y el tipo de quesos que vas a ofrecer. Lo recomendable es que haya al menos cuatro o cinco tipos de quesos diferentes, que representen las distintas familias: frescos, blandos, semicurados, curados y azules. También puedes elegir quesos según su origen, su leche o su textura. Lo importante es que haya variedad y contraste, tanto en sabor como en forma y color.
La cantidad de queso por persona dependerá del momento del día y del tipo de evento. Si la tabla de quesos es el plato principal, se calcula unos 150-200 gramos por persona. Si es un aperitivo o un postre, unos 50-100 gramos por persona serán suficientes.
Para sorprender a tus invitados con una tabla surtida, y saber Como preparar una Tabla de Quesos te damos algunos consejos para elegir los tipos de quesos más adecuados. Lo ideal es que combines quesos de diferentes texturas, sabores e intensidades, para crear un contraste y una variedad que agrade a todos los paladares. Aquí te sugerimos algunos ejemplos de Como preparar una Tabla de Quesos :
– Queso brie: es un queso cremoso y suave, de origen francés, que se caracteriza por su corteza blanca y comestible. Tiene un sabor delicado y ligeramente afrutado, que combina bien con frutos secos, mermeladas o miel.
– Queso manchego: es un queso firme y compacto, de origen español, que se elabora con leche de oveja. Tiene un sabor intenso y ligeramente picante, que se potencia con el tiempo de curación. Es perfecto para acompañar con pan, fruta o vino tinto.
– Queso gouda: es un queso semiduro y elástico, de origen holandés, que se elabora con leche de vaca. Tiene un sabor suave y dulzón, que varía según el grado de maduración. Se puede comer solo o fundido, y va bien con frutas frescas, nueces o mostaza.
– Queso azul: es un queso blando y cremoso, de origen francés o italiano, que se elabora con leche de vaca, oveja o cabra. Tiene un sabor fuerte y picante, debido al moho que se forma en su interior. Es ideal para untar en pan o galletas, o para mezclar con ensaladas, salsas o postres.
Los acompañamientos son los elementos que complementan y realzan el sabor de los quesos. Pueden ser dulces o salados, y deben estar en armonía con los quesos elegidos. Algunos ejemplos de acompañamientos son:
– Pan: Es el clásico acompañante de los quesos, y puede ser de diferentes tipos: baguette, integral, de nueces, de pasas, etc. Lo ideal es que el pan sea neutro y no tenga demasiado sabor, para no enmascarar el del queso. También puedes ofrecer tostadas, crackers o grisines.
– Frutas: Las frutas aportan frescura, acidez y dulzor a la tabla de quesos. Puedes usar frutas frescas, secas o en mermelada. Algunas frutas que combinan bien con los quesos son: uvas, manzanas, peras, higos, dátiles, ciruelas, membrillos, etc.
– Frutos secos: Los frutos secos son un buen contrapunto al queso, ya que aportan textura, sabor y grasas saludables. Puedes usar almendras, nueces, pistachos, avellanas, etc. También puedes tostarlos o caramelizarlos para darles un toque diferente.
– Embutidos: Los embutidos son otro clásico acompañante de los quesos, especialmente los ibéricos. Puedes ofrecer jamón, chorizo, salchichón, lomo, etc. También puedes optar por otros productos cárnicos como patés, foie gras o terrinas.
– Otros: Hay otros acompañamientos que pueden darle un toque original y divertido a tu tabla de quesos. Por ejemplo: aceitunas, encurtidos, verduras asadas, hummus, pesto, miel, chocolate, etc.
Para presentar la tabla de quesos, puedes usar una tabla de madera, una bandeja de metal o una fuente de cerámica. Lo importante es que haya espacio suficiente para colocar los quesos y los acompañamientos sin que se mezclen. También puedes etiquetar los quesos con su nombre y su origen, para facilitar la identificación.
Para servir la tabla de quesos, debes sacarla del frigorífico al menos una hora antes de consumirla, para que los quesos adquieran su temperatura y sabor óptimos. También debes cortar los quesos en porciones pequeñas y fáciles de tomar, y ofrecer un cuchillo diferente para cada queso.
Disfruta la tabla de quesos, no hay reglas fijas ni orden establecido. Lo mejor es probar cada queso por separado y luego combinarlo con los acompañamientos que más te gusten. También puedes maridar los quesos con vinos o cervezas que armonicen con sus características.
Esperamos que estos consejos y tipos de acompañamientos te ayuden a hacer una tabla de quesos espectacular. Recuerda que lo más importante es elegir productos de calidad y disfrutar del momento con tus seres queridos.